lunes, 14 de mayo de 2018

Evaluación de comprensión de texto

EL INCRÉDULO Y EL PERRO
Estaba el incrédulo leyendo una Antología de cuentos fantásticos que le
había recomendado una amiga espiritista.
Detestaba los cuentos de ese estilo, las novelas policiales y hasta las
novelas comunes.
Insensible a la fantasía, le hastiaba todo lo que no fuera relato de cosas
realmente sucedidas, y hasta le molestaba que la historia estuviese manchada
por la leyenda. Aceptaba la poesía, sólo porque en ella encontraba belleza de
expresión y exaltación de los sentimientos y pasiones humanas. También los
temas religiosos, porque allí estaba infranqueable la barrera entre lo natural y
lo sobrenatural.
Todo esto cavilaba, entre cuento y cuento.
Sonreía escéptico mientras leía y bostezó aburrido, tentado de arrojar el
libro.
Tenía un hermoso danés, que echado al pie de la chimenea lo miraba con
ojos humanos.
Chisporroteaba el fuego al arder la corteza de los leños, mientras llegaba
desde afuera, el ruido del viento contenido por los grandes ventanales del
salón.
Bebió un trago y dejó sobre la mesa el vaso en que se había servido su
tercer whisky; cargó lentamente la pipa, la encendió y echó una larga bocanada.
Después reanudó la lectura decidido a terminar el volumen.
El perro empezó a restregar la cabeza en sus piernas. Lo echó varias
veces, pero el animal estaba cargoso y empezó a molestarlo. Le dio, entonces,
una patada en el hocico.
El animal aulló, lo miró con rencor, e irguiéndose después sobre sus patas
traseras, le dio una bofetada y arrancándolo del sillón se ubicó en su lugar y
comenzó a hojear el libro.
Primero creyó que estaba borracho o atacado de "delirium tremens".
Pero cuando se convenció de que lo que estaba ocurriendo era real, se entregó
sometido. Se echó al suelo, junto al perro, y empezó a ladrar.

Evaluación Unidad N°1 - Literatura 4to - 2018

 
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